Una exigua nota de prensa comunicando el fallecimiento accidental de una persona por la explosión de un escape de gas, logra que Abraham, perito tasador de siniestros y antiguo marino mercante, reconozca en el nombre del fallecido a un antiguo compañero del servicio militar. Así mismo, la posterior muerte de un afamado periodista y comentarista deportivo, despierta en él cierta intuición de sospecha.

Tal vez estas muertes no hayan sido accidentales, ambas están relacionadas en su recuerdo. La sombra alargada de la sospecha, y su implicación al conocer a ambos., le anima y conduce a iniciar una torpe, desconocida e inocente labor investigadora, embarcándose en una odisea buscando la verdad, frente a lo que es la trama de un complot perfectamente planificado.

Paralelamente a sus descubrimientos aflorarán en la investigación ciudades, personajes y hechos relevantes de su pasado. Percibiendo a medida que avanza en sus encuentros y desencuentros, la conjura y posible teoría conspiradora existente, en lo que parece estar convertido el entramado mundo social futbolístico.

La amistad e influencia de los sentimientos, junto al poder otorgado por el dinero sobre la condición humana y social terminarán incriminándole, a pesar de su particular e irónica filosofía de vida.